Nunca es un paso atrás. Siempre es un paso más.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Promesas
Y todo reside en una máxima, bien sencilla; y es que te prometí un día,
siempre estar ahí, para lo bueno y lo malo, aunque ahora (y puede que por
siempre jamás) no me hables... esa promesa siempre quedará guardada.
Jamás rompo una promesa. Una fracción de mi alma se ha ido a la Caja de Pandora, a mi caja de ilusiones, contigo.
Jamás rompo una promesa. Una fracción de mi alma se ha ido a la Caja de Pandora, a mi caja de ilusiones, contigo.
lunes, 19 de noviembre de 2012
Aún
Aún recuerdo la mitad de un te quiero que te regalé, como
antesala de los infinitos amores que te dí.
Aún recuerdo ponerme guapa para ti, subir las escaleras y decir un buenos días que llevaba implícito un secreto. Nuestro secreto, que nadie conocía.
Aún recuerdo ponerme guapa para ti, subir las escaleras y decir un buenos días que llevaba implícito un secreto. Nuestro secreto, que nadie conocía.
Aún recuerdo el primer beso que te robé, la primera vez que
hicimos el amor y aún no lo sabíamos, nuestros primeros te quieros que a tí
Iván te arrancaron una sonrisa y a mi dos huidas por partida doble.
Aún recuerdo cuando era tu niña pequeña, a la que cuidabas y protegías.
Aún recuerdo cuando era tu niña pequeña, a la que cuidabas y protegías.
Aún recuerdo las horas que pasé detrás de una barra,
esperando. Orgullosa por poder compartir mi tiempo con la maravilla en persona.
Aún recuerdo como en ocasiones me alcoholizabas un poco más de la cuenta
mientras me lanzabas miradas mitad lascivas mitad enamoradizas.
Aún recuerdo cuando me enseñaste tu música, y más tarde tu
voz. Aún recuerdo la vergüenza y que te dijera que no me gustaba como cantabas.
Idiota de mi. Aunque luego te dije que sí ya nunca jamás me creíste. Idiota de
mi.
Aún recuerdo cada instante de mi vida a tu lado y por ello
lloro. Porque no logro entender como cuando no teníamos nada el amor nos alimentaba
y cuando lo tuviste todo el amor te envenenaba.
Aún recuerdo…
La primera vez que oí que tu familia se olvidaba de ti. Y
decidían no venir a verte porque no trabajabas de camarero.
La primera vez que te hicieron una litotricia y perdiste el
sueldo de la semana. Y nadie te lo repuso.
La primera vez que empezó el préstamo. Lo que me hace sentir
utilizada, como bien he dicho. Mientras no tenías yo valía, cuando tuviste no
valía ni un duro.
La primera vez que me dijiste que no tenías hueco en tu casa
de Albacete, ni en casa de Sergio. Tu madre te prometió 250 euros para que no
molestaras en verano… ni después y a ti te dio una depresión. Que mi madre
intentó ayudarte a curar. Y que nunca ha curado.
Los miedos terribles que te alejaron de mi, la muerte de tu
padre y cómo me excluiste de tu lucha por sobrevivir.
Todo lo que he pagado. Porque te miraba y para no sentirme
más dolida pagaba. Es dolorosísimo que tu amor no tenga para comer. Y hayas
pagado un año de comidas en la universidad. Que no tenga ni para sartenes, ni
para limpieza, ni para nada. Y tu lo acumules a la cuenta o seas idiota y lo
pagues sin más. Y con las extras, becas y demás vaya tapando los agujeros.
Lo ridícula que me siento al sentir sólo que mi dinero y el
sexo era lo que te movía por mi. Que limpiara, cocinara y tuvieras la ropa
lista. Nada más. No te movía nada más por mi que el mero interés.
Lo estúpida que soy por no haberme defendido más y haber
peleado con uñas hasta haberte hecho sangrar en el corazón. En esa minúscula
parte que debí ocupar. Tenía que haberte lastimado más y que hubieras perdido
tú al amor de tu vida. Porque aunque yo sienta que lo has perdido, que nadie
nunca jamás será tan pura y honesta contigo… siento que la que ha perdido al
amor de su vida soy solamente yo.
Que a ti Iván ahora con encontrar una tía que curre, conduzca y le haga gracias a tu familia te vale. Porque nunca te ha valido que te haya amado, que te haya respetado, que te haya considerado mi única familia por la que me he desvivido hasta morir. Porque nunca te han valido mis atenciones, mi cuidado, mi amor y cariño. Porque al final era una máquina de limpiar, pagar y follar. Ni un mísero detalle. Sólo broncas. Y yo siempre con detalles.
Y tengo 25 años y ya me siento una vieja. Porque he vivido
todas las emociones del mundo a tu lado. El principio y el fin. He vivido
pérdidas, enfermedades, dolores, convalecencias, alegrías infinitas,
nacimientos… he compartido contigo mi vida hasta la extenuación. Hasta que me
ha faltado el aliento. Intentando que mi amor no te desbordara aunque pocas
veces lo conseguía.
... ya no sé nada. Aniquilación. Destrucción. Frustración.
Desasosiego.
... ya no sé nada. Aniquilación. Destrucción. Frustración.
Desasosiego.
domingo, 18 de noviembre de 2012
Error
Saber
que has cometido un error y no poder solucionarlo va en contra de esa popular
frase que dice todo tiene arreglo menos la muerte. El ilustrado que enunció
dicha frase erró. Y le perdono. Porque era humano. Y ser humano lleva implícito
el hecho de fallar en innumerables ocasiones (sería más osado decir infinitas,
pero creo que tampoco somos tan mediocres).
Y
yo he cometido, cientos, miles… incontables errores. De los cuales el 99,9999…%
me alegro de haberlos cometido. Pero hay un error del cual ni en mi lecho de
muerte seré capaz de perdonármelo.
Ese
error lleva nombre de varón.
Iván.
Cuan
duro se me hizo acostumbrarme a su sonido, a escribirlo, a decir el sonido de
la v que es precioso. Pero a base de decirlo en pleno apogeo sexual, de
escribirlo en un millón de papelitos enmarcado en un corazón, de susurrarlo al
descolgar y colgar el teléfono… se convirtió en mi palabra preferida. En
aquella palabra que tatuaría en mi piel. Porque ya estaba tatuada a fuego en mi
corazón.
Y
ese error fue tan absurdamente sencillo que mi vida cambió 180 grados.
Paradojas de la vida, cometes el más tonto de los errores y te quedas con una
cara de boba que normal que te timen.
Amar
más de la cuenta.
Es
error, lo dejo a debate. Es absurdamente sencillo, no es cuestionable.
Porque
amar más de la cuenta es un error absurdamente sencillo por el mero hecho de
que amar nunca puede ser errar. Pero cuando el amor es el motor de la vida
entonces todo es absurdamente sencillo. Y por tanto, amar más de la cuenta es
el error más absurdamente sencillo que el ser humano puede cometer.
E
aquí mi razón. Soy humana. Fallo. De manera sencilla, sin provocar cataclismos.
Pero si catástrofes.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Infinito
Es una palabra inmensa. Y encierra un gran significado.
No es mi palabra favorita.
Pero sí es mi sentimiento favorito.
Infinito para mí significa TODO.
Recuerdo cuando me enamoré de esta sensación. De la sensación que me invade cada vez que veo mi infinito. De la sensación que siento cuando mi mente asocia infinito a los hermosos sentimientos de la vida.
Un día cualquiera en el calendario descubrí que INFINITO significa exactamente lo mismo que ETERNIDAD. Dos palabras que ansío que me acompañen hasta el fin del fin. Porque el fin del fin no existe, es el fin de la eternidad, el infinito por infinito.
Me despierta un sentimiento suave, dulce, calmado, vivo. Hace que sienta que si consigues sentir ese amor infinito, LOCO, que sabes que será tu compañero de viaje hasta el fin de la eternidad... Eres tan feliz.
Mi sueño siempre ha sido amar hasta que acabe la eternidad. Y recuerda que una eternidad dura lo que tarda en desgastarse una montaña de diamante si una vez al año un colibrí hace click-click con su pico... Mucho tiempo, ¿verdad?
Por eso siempre firmo del mismo modo. Siempre, eternamente, tuya.
Es mi seña.
Porque he afianzado en mi corazón que por siempre jamás te amaré. Aquí, en la tierra. Allí, en la eternidad.
Recuerdo cuando me regalaste el infinito. Recuerdo mi satisfacción interior. Recuerdo cómo ese papel implicaba que habías comprendido cuanto significaba para mí que tu comprendieras el sentimiento que me invadía tu ser.
Y más recuerdo el día que me lo tatué. Y allí ya no estabas. Aunque el sentimiento que sigue poblando mi alma y mi corazón es exactamente el mismo. Plenitud frente a la eternidad. Sólo que ahora está acompañado de tristeza. Aunque te ame hasta el fin de la eternidad es una energía malgastada. Nadie la recibe. Pero al menos la libero.
Recuerdo las lágrimas que cayeron cuando miraba como la aguja traspasaba mi piel. Recuerdo que intuía que quedaría algo imperfecto porque tenía que ser así. Y cómo al ver alguna imperfección me tranquilicé. En el tiempo infinito no puede ser todo mágicamente perfecto.
Recuerdo cómo me contuve. No podía enseñarte tu regalo. Ya no era tu mejor amiga.
Recuerdo la frustración que me invadió y me sigue invadiendo, luchando contra la felicidad que me da mirarlo.
Recuerdo que cada segundo que duró fue una expiación.
En paz.
Al fin tatué ese sentimiento.
Acompaña a otros muchos sentimientos. Aunque te hayas perdido algunos.
Eternidad será el siguiente. El perfume me acompaña, el sentimiento también.
Pero INFINITO siempre será mi tatuaje favorito.
Porque eres INFiNiTO. Porque mi amor es INFiNiTO. Porque creo en el INFiNiTO.
Infinito Siempre
No es mi palabra favorita.
Pero sí es mi sentimiento favorito.
Infinito para mí significa TODO.
Recuerdo cuando me enamoré de esta sensación. De la sensación que me invade cada vez que veo mi infinito. De la sensación que siento cuando mi mente asocia infinito a los hermosos sentimientos de la vida.
Un día cualquiera en el calendario descubrí que INFINITO significa exactamente lo mismo que ETERNIDAD. Dos palabras que ansío que me acompañen hasta el fin del fin. Porque el fin del fin no existe, es el fin de la eternidad, el infinito por infinito.
Me despierta un sentimiento suave, dulce, calmado, vivo. Hace que sienta que si consigues sentir ese amor infinito, LOCO, que sabes que será tu compañero de viaje hasta el fin de la eternidad... Eres tan feliz.
Mi sueño siempre ha sido amar hasta que acabe la eternidad. Y recuerda que una eternidad dura lo que tarda en desgastarse una montaña de diamante si una vez al año un colibrí hace click-click con su pico... Mucho tiempo, ¿verdad?
Por eso siempre firmo del mismo modo. Siempre, eternamente, tuya.
Es mi seña.
Porque he afianzado en mi corazón que por siempre jamás te amaré. Aquí, en la tierra. Allí, en la eternidad.
Recuerdo cuando me regalaste el infinito. Recuerdo mi satisfacción interior. Recuerdo cómo ese papel implicaba que habías comprendido cuanto significaba para mí que tu comprendieras el sentimiento que me invadía tu ser.
Y más recuerdo el día que me lo tatué. Y allí ya no estabas. Aunque el sentimiento que sigue poblando mi alma y mi corazón es exactamente el mismo. Plenitud frente a la eternidad. Sólo que ahora está acompañado de tristeza. Aunque te ame hasta el fin de la eternidad es una energía malgastada. Nadie la recibe. Pero al menos la libero.
Recuerdo las lágrimas que cayeron cuando miraba como la aguja traspasaba mi piel. Recuerdo que intuía que quedaría algo imperfecto porque tenía que ser así. Y cómo al ver alguna imperfección me tranquilicé. En el tiempo infinito no puede ser todo mágicamente perfecto.
Recuerdo cómo me contuve. No podía enseñarte tu regalo. Ya no era tu mejor amiga.
Recuerdo la frustración que me invadió y me sigue invadiendo, luchando contra la felicidad que me da mirarlo.
Recuerdo que cada segundo que duró fue una expiación.
En paz.
Al fin tatué ese sentimiento.
Acompaña a otros muchos sentimientos. Aunque te hayas perdido algunos.
Eternidad será el siguiente. El perfume me acompaña, el sentimiento también.
Pero INFINITO siempre será mi tatuaje favorito.
Porque eres INFiNiTO. Porque mi amor es INFiNiTO. Porque creo en el INFiNiTO.
Infinito Siempre
viernes, 16 de noviembre de 2012
Dejar Ir
Máxima expresión de amor.
Y, sin ninguna duda, lo más difícil a lo que he tenido que enfrentarme.
El amor es el motor del mundo. De eso no me cabe ninguna duda. Por ello cuando has de enfrentarte a la pérdida de un amor tu mundo se paraliza, de tal modo que hasta que no lo vives no eres realmente capaz de explicar cómo de desesperado puedes llegar a sentirte.
El dolor por tener que dejar marchar al amor de tu vida no se puede comparar a nada. Es DEVASTADOR. Te aniquila sin preocuparse de cuan difícil te resultará recuperarte. No tiene ningún tipo de miramientos. Sin remilgos. Ninguna vergüenza. A tope.
Y te desbarata la vida. Porque lo peor y más complicado es... que se trata de una decisión que libremente has tomado.
Me enseñaron a desear al prójimo lo mejor. Con la vida he aprendido a desear al prójimo lo mismo que te desean a ti. Pero ... ESTO no se lo deseo ni a mi peor enemigo. NO.
(Click!)
Eso es lo que hizo mi mente.
(Crash!)
Eso es lo que hizo mi corazón ya roto.
Y lo decidió mi mente a pesar de mi maltrecho corazón. Y mi alma... dejémosla tranquila porque estaba bien quebrada.
Y así fue. Decidí dejar marchar a mi mejor amigo. Decidí dejar ir al amor de mi vida. Susurrándome que éramos incompatibles. Sin decir que no me amaba. Destrozándome mi alma con unos versos de mi amado Sabina
"Y morirme contigo si te matas /
Y matarme contigo si te mueres /
Porque el amor cuando no muere mata /
Porque amores que matan nunca mueren"
Y aprendí en un instante que cuando de verdad amas dejar ir es la muestra de amor más grande. Anteponer, en el momento en el que te han destrozado tanto por dentro que desearías cicatrices, al amor de tu vida y tu mejor amigo... es decidir que le das una última oportunidad al amor, a ti misma y a la vida.
Descubrir que amas sin miedo. Hasta hartarte. Que exudas amor constantemente.
Y es duro. Complicado. Difícil.
Requiere mucha cantidad de autodominio. De Autocontrol. De Amor propio. Requiere TODO de ti misma.
Puesto que me dejó con el corazón roto en mil pedazos y sintiendo que aún me iban a quedar mil más uno por recoger. Fui valiente.
Me repito casi cada día, cual mantra, que soy una mujer que ama fuerte, valiente, pura y honestamente. Amiga y amante. Leal, confiada, fiel.
Y el truco no existe. Flaqueas. Te enfadas. Desesperación es tu segundo nombre; aunque en ocasiones el primero. Pero lo logras. Logras aceptar vivir. Y descubrí que podía vivir sin él... tan sólo que no quería hacerlo.
Y es esa tesitura me hallo. Sabiendo que puedo lograr lo que me proponga sin su apoyo, amor y amistad. Pero sin querer nada de lo que me da la vida porque no está mi mejor amigo a mi lado para contárselo ni el amor de mi vida esperándome con una sonrisa eterna.
¿Aprenderé a aprender a no querer vivir sin él?
Perdida. ¿Cómo se deja marchar a este amor?
Infinito Siempre
Y, sin ninguna duda, lo más difícil a lo que he tenido que enfrentarme.
El amor es el motor del mundo. De eso no me cabe ninguna duda. Por ello cuando has de enfrentarte a la pérdida de un amor tu mundo se paraliza, de tal modo que hasta que no lo vives no eres realmente capaz de explicar cómo de desesperado puedes llegar a sentirte.
El dolor por tener que dejar marchar al amor de tu vida no se puede comparar a nada. Es DEVASTADOR. Te aniquila sin preocuparse de cuan difícil te resultará recuperarte. No tiene ningún tipo de miramientos. Sin remilgos. Ninguna vergüenza. A tope.
Y te desbarata la vida. Porque lo peor y más complicado es... que se trata de una decisión que libremente has tomado.
Me enseñaron a desear al prójimo lo mejor. Con la vida he aprendido a desear al prójimo lo mismo que te desean a ti. Pero ... ESTO no se lo deseo ni a mi peor enemigo. NO.
(Click!)
Eso es lo que hizo mi mente.
(Crash!)
Eso es lo que hizo mi corazón ya roto.
Y lo decidió mi mente a pesar de mi maltrecho corazón. Y mi alma... dejémosla tranquila porque estaba bien quebrada.
Y así fue. Decidí dejar marchar a mi mejor amigo. Decidí dejar ir al amor de mi vida. Susurrándome que éramos incompatibles. Sin decir que no me amaba. Destrozándome mi alma con unos versos de mi amado Sabina
"Y morirme contigo si te matas /
Y matarme contigo si te mueres /
Porque el amor cuando no muere mata /
Porque amores que matan nunca mueren"
Y aprendí en un instante que cuando de verdad amas dejar ir es la muestra de amor más grande. Anteponer, en el momento en el que te han destrozado tanto por dentro que desearías cicatrices, al amor de tu vida y tu mejor amigo... es decidir que le das una última oportunidad al amor, a ti misma y a la vida.
Descubrir que amas sin miedo. Hasta hartarte. Que exudas amor constantemente.
Y es duro. Complicado. Difícil.
Requiere mucha cantidad de autodominio. De Autocontrol. De Amor propio. Requiere TODO de ti misma.
Puesto que me dejó con el corazón roto en mil pedazos y sintiendo que aún me iban a quedar mil más uno por recoger. Fui valiente.
Me repito casi cada día, cual mantra, que soy una mujer que ama fuerte, valiente, pura y honestamente. Amiga y amante. Leal, confiada, fiel.
Y el truco no existe. Flaqueas. Te enfadas. Desesperación es tu segundo nombre; aunque en ocasiones el primero. Pero lo logras. Logras aceptar vivir. Y descubrí que podía vivir sin él... tan sólo que no quería hacerlo.
Y es esa tesitura me hallo. Sabiendo que puedo lograr lo que me proponga sin su apoyo, amor y amistad. Pero sin querer nada de lo que me da la vida porque no está mi mejor amigo a mi lado para contárselo ni el amor de mi vida esperándome con una sonrisa eterna.
¿Aprenderé a aprender a no querer vivir sin él?
Perdida. ¿Cómo se deja marchar a este amor?
Infinito Siempre
jueves, 15 de noviembre de 2012
Miedo
Estoy asustada.
Lo acabo de hacer.
He creado un blog.
Me sentía reacia a ello. Por una sencilla razón, adoro escribir en papel. Del mismo modo que aún no he sucumbido al e-book. Me enloquece el olor a páginas nuevas, el transporte de un libro como fiel compañero de viaje, el poner post-its a mis frases mágicas, el amparo que te da el peso del libro...
Adoro escribir sin borrar realmente ni una sola coma, darme cuenta de que tan sólo eres fiel a tus pensamientos cuando no tienes el botón de suprimir. Me hace sentir un cosquilleo coger un bolígrafo, o en mis tiempos más románticos una pluma, y deslizarlo por un trozo de papel. Me encanta abrir mis cajones de secretos y encontrar infinidad de papeles diferentes, tintas de color tan variopintas, mayúsculas, minúsculas... que me hacen intuir que siempre he pasado por gran cantidad de estados de ánimo. Que soy una montaña rusa.
Y por eso estoy asustada. Porque he decidido traspasar esa línea. Del papel a la red. Ahora ya no hay marcha atrás. Esto funciona hacia delante. Cómo siempre abarcando pasado, presente y futuro.
A veces escribo para mi, a veces escribo para alguien. Por ello suelo cambiar en un mismo texto de destinatario. Unas frases las escribo cómo si yo fuera el destinatario (irónico, escritor y público) y otras frases se las dedico a alguien en concreto.
E imagino muchísimo. Eso es lo que más cuesta. Intuir qué parte es real y qué parte es la que debe transportarme a un universo paralelo.
...
Pero estoy contenta. Dentro de tanta reflexión errática hay una lógica. Y por supuesto un fin. Expresar cómo me siento en cada instante de mi vida. Y saber que por fin tendrá un orden.
Me alegra tantísimo! Estaba un poco harta de mi desorden. De mi gran número de libretas, folios, carpetas... que tengo por ahí. Con mis pensamientos desparramados. O lo que es peor aún, el correo lleno de emails cuando me pilla el sentimiento sin un boli a mano.
Y estoy aún más contenta porque no haré una pira con esto. Aunque quemar papel en mi corazón y en mi alma es liberador. Aprenderé a contenerme.
Infinito Siempre
Suscribirse a:
Entradas (Atom)