domingo, 31 de marzo de 2013

"Yo propongo, Tú dispones"


Ha sido la tónica de mi vida esta última etapa. No sólo contigo (escribo para ti por dos razones, la primera es porque hay cosas que son para ti y la segunda es porque me hace feliz) sino con todo el mundo desde hace un tiempo atrás.

Y es algo muy malo, cedo el poder. Y además es de una manera consciente, sabiendo que puedo caer por el precipicio en cualquier instante... pero aún así no he nacido para estarme quieta esperando que las cosas me vengan. Ser una mujer convencional que tiene el poder de decidir frente a lo que te ofrecen sería algo cómodo, pero no estimulante. Y yo de convencional tengo más bien poco.

Es tan estimulante, es tan energizante, es tan vigorizante.... te llena tantísimo de vida el arriesgarte a proponer cosas! Que es una droga. Saltar al vacío en cada instante de mi vida, decidir y actuar. Y las consecuencias ya vendrán.

Te he cedido el poder. En este aspecto. En este punto. Al darte a ti la posibilidad de desterrarme de un plumazo. De que las consecuencias sean más pena y rabia de la que ya tengo sumándole tristeza y decepción porque mi valía como ser humano no ha servido.

No he intentado enamorarte. Ni he intentado tener una relación convencional. Tan sólo quería disfrutar, que me conocieras cada día un pelín más, que sintieras que merecía la pena que siguiera en tu vida del modo que pactáramos.

Y por ello no medía tus palabras. Has de creerme. Pero quizá no deberías acompañar tus hechos de tus palabras. Al menos para conmigo.

Yo sola no tengo poder en nuestra relación. Ni la puedo llevar adelante si tú no quieres. Y tus palabras eran estímulos, pero no eran dogmas de fe.

Siempre he tenido claro, mi primera premisa, que era imposible. Que por muy mucho que me quiera y sepa lo que valgo, lo que soy y lo que quiero; por mucha confianza y seguridad que tenga, por mucho que crea que la gente inteligente no va a dejarme escapar (yo no lo hago, no quiero dejarte escapar) ... soy humana, fallo y dejé que Pandora sacara de su caja la esperanza y se convirtiera en mi fiel compañera.

Esperanza en convertirme en importante. Esperanza en que quisieras verme. Esperanza en que te dejaras llevar. Esperanza en tantísimas cosas... Que dejaste de parecerme imposible. Pasaste a parecerme un posible.

Y el precipicio sigue ahí... Y presiento que me voy a caer. Y lloraré por haberme vuelto a equivocar. Y lloraré porque la vida no me ha dado tiempo y me ha puesto distancia. Pero nunca lloraré porque no sea válida ni valiosa.

Yo jamás pierdo. Jamás. Aún no he perdido a ninguna persona que considerara importante, ellas han sido las que me han perdido a mí. Yo nunca abandono a quien me hace feliz y me permite que le contagie mi alegría, mi felicidad, mis ambiciones, mi amor, mi cariño, mis ganas de vivir, mi ilusión. Eso sí te lo puedo asegurar. Si confías en mi nunca te dejaré en la estacada. Y prometo una relación sana, en mi vida prima la alegría, el hablar, sentir y hacer, el ser feliz.

Una de mis frases favoritas es que no conocemos las consecuencias de cada día de demora. Y me he retrasado, mucho más de lo que hubiese querido nunca retrasarme. Y cómo no se puede perder lo que no se tiene. No voy a perder ni tu amor, ni un futuro, ni un posible, ni a ti Raúl. Tan sólo puedo ganar.

Y para mi ganar es que exista un deseo de seguir conociéndonos, sin ningún tipo de prisa ni de convencionalismos.

A la vida siempre se juega. Unas veces se gana y otras se pierde. Y nunca dejaré de jugar. Seguiré proponiendo y esperando a que dispongas. Seguirás teniendo el poder. Y tienes el poder porque te enfrentas a la vida con reservas. No las pierdas del todo y seguirás teniendo el poder.

Alicante

Volver.

Desear no volver.

Darme un plazo mínimo.

Saber que no sabes nada.

Oviedo. Ahí es dónde quiero estar.

sábado, 30 de marzo de 2013

Adiós Oviedo, Adiós

Marcho.

Nunca me había sentido tan apenada de dejar un lugar. Nunca había sentido tanta repulsa hacia tantos kilómetros. Nunca había deseado tanto no vivir con mi familia.

Sí sigo creyendo que mi destino está en Oviedo, volveré.

No es un adiós. No es un hasta luego. No es un punto y final. No es un punto y aparte.

Es un kit kat. Es un paréntesis.

Oviedo ahora es mi sitio. Es mi hogar. Es dónde reside mi corazón.

Y no puedo dejar a mi alma tanto tiempo sola.

viernes, 29 de marzo de 2013

Despedida


Al final conseguí que habláramos, aunque haya sido a tu manera. Aunque hayas pautado tú los límites de la conversación. Al menos hemos hablado.

Y me alegra, me alegra recordar que, al menos en ese instante, mientras me abrazabas muy fuerte me susurraras al oído que no querías que me fuera con otro nunca, que me querías sólo para ti. Que me echarás de menos y me lo dirás. Que me pedirás cuando lo necesites que nos veamos.

Y recuerdo con una sonrisa en mis labios cómo te contaba que estaba feliz de que nuestra relación no fuera convencional, y que por ello todo podía pasar. Sin prisas, sin compromisos, sin pausas. Y asentías.

Pero lo que más me ha gustado de hoy ha sido parecido a lo que me gusta siempre, que cuando estamos a punto de dormir me abraces, fuerte y dulce. Hoy has dejado que te protegiera yo, que te cuidara; coger mis manos y hacer que te abrazara, entrelazar tus dedos con los míos, besarte el cuello y acariciarte...

El clímax no ha llegado ahí, ha llegado cuando te he dicho que bajaría a darte un beso de despedida. Y tu respuesta ha sido, pero ¿te veré más veces?. Ha sido energizante. Ha sido perfecto.

Esto no es una despedida. Ni es un hasta luego. No voy a esperar a que sea el Destino el que nos vuelva a juntar. Lo que va a suceder es que iremos calmados, viviendo cada día e intentando ser feliz ese día.

Lo que importa es ser feliz hoy. Mañana no ha llegado.

jueves, 28 de marzo de 2013

Dudas

Sé lo que debo hacer. Es hora de volver a casa. Pero aún así las dudas me asolan, me invaden y me entristecen.

He encontrado, y no puedo decir nos hemos encontrado porque tienes puesta una barrera y quizá ahora mismo una coraza de mil capas, a un hombre con quien me divierto, puedo hablar, disfruto, soy feliz, me da ilusión y alegría. He encontrado a un hombre bueno, dulce, diferente en cada instante pero siempre constante, con magnetismo, bondad, prudencia, realismo, nobleza, inteligencia...

Pero estás acorazado, desde el minuto uno no te has entregado. Has estado distante y el motivo lo descubrí ayer: nunca has sabido que iba a pasar con mi destino.

Y desde aquí, porque desde otro lugar no me hallo con las fuerzas necesarias, te digo que no ha sido un juego ni una experiencia más. Ha sido algo real. Que yo he sentido de verdad. Contabas para alguien más que para ti mismo, contabas para mi. Y decidí apostar por nuestra relación, pese a que existiría lejanía, dolor, desconocimiento.

Puedes levantar todos los muros que quieras a lo largo de tu vida, o quizá puedes dejar de aislarte tras esos muros y vivir la vida a base de derrumbarlos o saltarlos. Sé que hay muros que los has puesto ahí porque lo que hay detrás sería demasiado peligroso, porque significaría cruzar a lo desconocido o porque quieres aislarte de lo que se encuentra detrás. Pero si he de decirte que sí al final te aventuras a cruzarlos, a derrumbarlos o a dejar de levantarlos, lo que te espera al otro lado será fantástico.

Y aún me queda esperanza. Esperanza porque sólo puedo ganar en esta situación, esperanza en que tal vez si te demuestro que estoy ahí de verdad te dejes llevar sin miedo. Me queda la esperanza de que entiendas que no he jugado ni con tus sentimientos ni con los míos; no te esperaba, llegaste a mi vida y me has encantado.

Me arrollaste. Entraste en mi vida y la invadiste de buenas vibraciones. Permitiste que te contagiara mi alegría, mi ilusión, mis ganas de vivir. Conseguí que por una vez a alguien le llegaran esos sentimientos que cada día intento transmitir. Y eso me hizo feliz. Puso la guinda al pastel. Conseguiste que mi experiencia en Oviedo tuviera un final mucho más que feliz.

Y aunque haya llorado, no he llorado de tristeza ni de pena. He llorado con rabia. Rabia por tus barreras y tu coraza, rabia porque no te hayas dejado llevar y hayas estado siempre pendiente de ser prudente, de ser distante, de vivir una experiencia más con disfrute (y no es una experiencia, es la vida en sí). Rabia porque tus heridas no son superficiales y no sé si han cicatrizado.

Porque si he conseguido que seas algo más feliz, si he conseguido que mi compañía fuera un placer y te sintieras que merecía la pena... Tu distancia sólo hace que dolerme. Porque no te has dejado completar, no has dejado que un sentimiento maravilloso invadiera tu corazón, o si lo ha hecho no te has permitido reconocerlo y mostrarlo. Pese a que yo sabía que el tiempo era lo único que nos faltaba. Y es lo único que no se puede comprar.

Tantas relaciones que se rompen por falta de sentimientos. Y cuando los hay se acaban por otros impedimentos como la distancia o los diferentes lugares de residencia. Y eso me da rabia.

Me da rabia. Y no puedo hacer nada más que dejar que salga de manera equilibrada: llorando. Canalizándola hacia nuevas esperanzas y deseos. Creyendo que quizá algún día sea el momento y el lugar. Que quizá el Destino me guarda una solución que está por venir. Sabiendo que no hay soluciones ni respuestas sencillas, pero sabiendo que sólo queda respirar y esperar a que se calme.

Aún así, aunque aún crea que existe esperanza. Ésta puede tener un fin.

Incluso cuando la esperanza da paso a la realidad y tenemos que rendirnos, sólo significa que hemos perdido la batalla de hoy, pero no la de mañana. Y no olvidemos que ocurre algo con la derrota; si te dejas rendir de verdad, olvidas por qué estabas luchando antes.

Y no puedo olvidar nunca por lo que he luchado antes, lo que lucho ahora y lo que lucharé luego. Lucho por ser feliz. Lucho por mí. Lucho por mis anhelos, mis deseos y mi vida.

Por ello, tomes la decisión que tomes, sea una batalla ganada o una batalla perdida, ni perderé la guerra, ni abandonaré mi lucha.

Si quieres vivir conmigo esto, tan sólo puedo prometerte autenticidad, una relación no convencional decidida entre ambos, sin compromisos de por medio viendo que va pasando.

Si no quieres vivir esto conmigo... Me dará pena, me pondré una tirita y no me rendiré.


martes, 26 de marzo de 2013

Elección

Por eso es tan difícil elegir. No podemos volver atrás, la vida es un camino de una única dirección y sentido. La vida no tiene antónimo. No existe un reflejo en el espejo al que podamos mirar, ni tampoco podemos pedir consejo al presente.

Tomar la decisión adecuada es complicado. Mientras no elijas todo sigue siendo posible.

Eso es lo que he estado haciendo todo este tiempo. Fingiendo estar viva. Esperando a que llegara. Renunciando a todas las posibles vidas por una sola. La que tengo actualmente.

Eres como mi canción favorita de Queen, Bohemian Rhapsody, subes, bajas, enfatizas, te relajas, eres ambiguo.. pero siempre me gustas. Me encantas.

Y tú me aportas en muchos campos, me hace feliz estar a tu lado. Nunca es igual, cada día eres diferente; cada día me aseguras una sensación nueva con una base siempre presente: estar a gusto, ser feliz, tranquila, despreocupada, alegre. Por ello te comparo a mi canción, no importa el día que haya tenido, me aseguro un nuevo sentimiento al escucharla sabiendo que al final sentiré felicidad, alegría, emoción.

Porque lo que no se puede ver no es tenido en cuenta, pese a ser lo más importante. Y yo sí me he dado cuenta de esto, de lo que me proporcionas. Un placer. Tu compañía es un placer. Tu voz es un placer. Tus caricias y tus besos son un placer. Tus historias son un placer. El sexo es un placer. Tus anécdotas, tus risas, tus quejas son un placer.

Me escondo, y sé que no debo hacerlo. En ocasiones dejo de transmitir vida, ilusión, alegría, ganas de vivir por mis miedos.  Pero sí es cierto que siempre estoy ahí, no abandono ni huyo. No me paralizo, continúo. Aunque los traumas dejen cicatrices, continúo. Aunque me persigan y cambien mi vida. Aunque compliquen mi vida. Aunque sea una mujer de la que no debas preocuparte ... No quiero que me dejes en paz.

Me gustan las cosas impredecibles. Las mejores historias son las que tienen un final no imaginado. No te busqué, pero llegaste a mi vida. Sé que no tengo derecho a pedirte nada, pero te necesito. Estás en mi vida y quiero que sigas en ella. El modo deberá de ser una decisión entre ambas partes, del todo al nada. Aceptaré cualquier posible.


La vida esta hecha de decisiones. Y es tuya. Decide.

lunes, 25 de marzo de 2013

Sentir

Realmente no sé si me lees.

Y cómo con la mayoría de las cosas que suceden entre ambos, no te pregunto. Directamente a ti. Que es a quien debería preguntar en lugar de lanzar preguntas al aire esperando respuestas que nunca llegan.

Hoy seré valiente. Aunque sea aquí, en mi terreno. En el lugar que sólo tu conoces asterisco mío.

¿Qué es lo que sientes por mi?

:)

domingo, 24 de marzo de 2013

... y te volví a soñar


Quizá no exista una frase más hermosa.

Engloba tal cantidad de sentimientos que intentaría interpretarlos... pero no puedo. Ni yo tan siquiera soy capaz de explicar a la perfección lo que implica y significa.

Sí sé que volver a soñar a alguien es volver a tener esa ilusión. Volver a sentir que esa persona regresa a tu vida de un modo u otro. En ocasiones siendo fiel a las palabras, y tan sólo en los sueños. En ocasiones son tus sueños los que se hacen realidad y vuelves a soñar junto a esa persona.

También sé que volver a soñar con alguien es esperanza. Pandora fue una sabia. Gracias que en su caja se encontraba la esperanza. Tras los males debe haber esperanza. Después de la tempestad viene la calma.

Intuyo que volver a soñar con alguien puede ser anhelo, añoranza, falta...

Y ahora mismo es como me siento. Siento que tengo ilusión, siento que tengo esperanza, siento que tengo anhelo por el amor.

A quien volví a soñar es al amor.

Y es con quien quiero soñar cada día de mi vida.

domingo, 10 de marzo de 2013

Volver a sentir

Hacía demasiado tiempo que unas lágrimas no eran producto de un sentimiento naciente.

Hoy me he dado cuenta de que quizá decir que creo que me estoy enamorando o que puedo enamorarme es una falsa ilusión que creas porque no quieres reconocer la realidad.

Hoy he vuelto a darme cuenta de que el tiempo es un incompetente compañero de viaje. De que no conocemos las consecuencias de cada día de demora. De que mejor actuar que quedarse impasible.

Pero es duro el autoengaño. Creer que por cortar de raíz una situación dolerá mucho menos.

Por encima de todas las cosas, hoy me he dado cuenta de que estoy preparada para el amor. Que ni me asusta ni me achanta.

Por ti he vuelto a sentir. Por ti me siento muy viva. Me transmites ilusión, complicidad, alegría... :)

Me gusta que me encantes. Me encanta pasar el tiempo a tu lado. Me hace muy feliz.

Y por ello has de entender que tenga miedo. Miedo a marchar a mi hogar con el corazón nuevamente lastimado. Miedo a lo desconocido, a la lejanía, a la desesperanza, al dolor.

Podré recomponer mi corazón las veces que sea necesario. He nacido para amar. El amor es el motor de mi mundo.

Y tener ganas de decirte que quiero un futuro contigo y a tu lado es fantástico. Porque he vuelto a sentir.

Gracias mi chico. Gracias mi no novio. Gracias mi asterisco particular