martes, 29 de octubre de 2013
jueves, 17 de octubre de 2013
A ti
Te acepto tal y cómo eres, tal y cómo serás. Con todo incluido. No quiero cambiarte porque me encantas así. Quiero que cada día crezcas, que mi presencia te anime a ser mejor, no el mejor. Quiero que sigas haciendo las cosas bien y con entusiasmo. Lo que más deseo es que alcances tus sueños, que sigas creándolos y luchando por ellos cómo hasta ahora, convirtiendo lo imposible en posible. Brillas, iluminas el mundo y yo quiero estar ahí. Y ahí es siempre, en el amor, en las quejas, en los días de lluvia, en el día de sol. Nos respetamos y es de verdad porque ambos amamos y sabemos realmente lo que significa la libertad. Y es la única cosa que te voy a prometer: TU LIBERTAD. Al elegirte cada día intento transmitirte mi amor, mi confianza, mi admiración. Quiero seguir conociendo tu pasado, no quiero tener secretos ni voy a juzgar tus errores. Acepto tus decisiones, respeto tu modo de vida. Somos dos luchadores, y lo más importante de nuestra lucha es que ahí seguimos, cada día, con constancia y tesón.Me contagias tu alegría y tu voluntad. Quiero ser el café de la mañana, las caricias de la tarde y el amor de la noche. No voy a moverme de tu lado; nuestra conexión, la química, tu interior me tienen atrapada. Eres mi ciclogénesis explosiva. Vales la pena, eres mi tiempo de calidad, que escasea, pero que a tu lado es infinito. No te necesito para vivir, puedo vivir sin ti, al igual que tú puedes hacerlo, pero no quiero porque mi vida es mejor desde que te empecé a ver, desde que me viste. Siempre voy a estar ahí, SIEMPRE. Siempre al otro lado. Del teléfono, del papel, de tus ojos, de tu sonrisa, de tus besos, de tus caricias. Aunque algún día me retrase... te doy mi palabra que estaré antes o después. Llegaré a tu lado.
sábado, 12 de octubre de 2013
Decidir
Tengo la horrorosa sensación de que sino decido yo ir no nos
vamos a ver en mucho tiempo. Y cuando digo mucho tiempo me refiero a más del
tiempo que ya hemos pasado separados antes.
Y no se trata de que vengas tú asterisco o no vengas. En el
fondo eso es irrelevante, dónde vernos es una decisión más pero no la más
importante; en el fondo a mí me supone menos estrés ir allí.
Se trata de que a veces necesito sentir que quieres estar
conmigo. Poner una fecha es darle realidad al asunto, es constatar que los
deseos de estar juntos llegan a un punto en común entre ambas partes. Ya sea en
el tiempo o en el espacio, pero juntos.
Ambos tenemos vidas muy complicadas, cada uno a su manera
claro está pero aunque no lo parezca yo no dispongo realmente de tanto tiempo
libre. Lo dispongo a costa de renunciar a una rutina más relajada y amena en
Alicante. Renuncio a muchos días de descanso, a muchas horas para dormir y a
tiempo con mi gente. Y lo hago voluntariamente, porque te quiero y quiero pasar
todo el tiempo posible a tu lado. Pero no puedo olvidar que yo hago esa elección,
cómo siempre digo la vida está hecha de
decisiones y es tuya ¿decides?
No te dediqué esa frase porque me parezca útil sino porque
es parte de mi manera de vivir. Procuro decidir siempre, procuro marcarme un
camino a base de mis decisiones porque mientras no decides tienes un abanico de
posibilidades y lo complicado es renunciar a tantas opciones. Pero soy
consecuente y actúo. Decido, tomo un camino y continúo por él hasta que me
vuelva a encontrar otra vez en la tesitura de decidir de nuevo. Y así, pasito a
pasito, voy construyendo mi vida, mi camino.
No me he cansado, no. Pero sí estoy agotada y muy agobiada
con muchos otros aspectos de mi vida. Y realmente no me gusta tener que
incrementar la lista de cosas que decidir o de situaciones con las que lidiar
si puedo compartir esa decisión. Si puede no estar sólo en mi mano una decisión
que además es de ambos.
Además ese agotamiento y agobio al que he llegado repercuten
en mi día a día, cada vez soy más consciente de que la decisión que tomé
respecto a mi futuro pueda ser una calle sin salida y me toque desandar parte
del camino andado y buscar otro camino. Y eso me desespera, me frustra y no
puedo evitar que influya y convierta en más difícil aspectos que en situación normal
yo decidiría en un segundo.
No te pido, o no suelo pedirte. Me enorgullezco de ser
bastante autosuficiente y de ser capaz de tomar las decisiones por mi misma, de
no necesitar nada más que la ayuda que cualquier otra persona necesitaría en mi
situación. Pero he llegado a un punto en que necesito que me ayudes a decidir. O
al menos decidas tú por una vez cómo quieres que transcurran las cosas.
Recuerda, no es justicia o no. Es compartir.
No voy a dejar de proponer porque quiero que sigas disponiendo.
Placeres
Llegar a ese punto de tu vida dónde paladeas cada instante
que experimentas es fantástico.
Exprimes cada momento. Recoges todas las sensaciones que
experimentas y las atesoras cómo un niño, con absoluta felicidad. Disfrutas del
momento que vives en cada instante.
Y tienes placeres. Has aprendido a identificarlos.
El primer requisito para ser un placer es reportarme tiempo
de calidad. Despertarme esa sensación tan sumamente ideal que para mi vida y
saboreo el instante, viviendo el momento como lo que es, único e irremplazable.
El segundo y último requisito para ser un placer es
despertarme un ansia de más. No tener suficiente tiempo para deleitarme con ese
tiempo de calidad. Saber que el tiempo del que dispongo es poco, una ínfima
parte del que me gustaría disfrutar.
Leer.
Pasear.
Escribir.
La cocina.
Reír con mi gente.
Tener mi momento de soledad diario.
Abrazar a mi sobrino.
Mirar el mar.
Soñar despierta.
Dormir.
Tú.
Eres un placer. No es la primera vez que te lo digo.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Dolor y Amor.
Sabía que me importabas. Sé lo que me importas. Pero ayer... Ayer me preocupé, no del mismo modo que siempre acerca de que estés bien, no. Sino que ayer la preocupación DOLíA.
Sí, me dolía en el corazón, me hacía estar con un nudo que ocupaba todo mi interior, llenándolo de una sensación absurda acerca de cómo me podría sentir si te pasaba algo malo. Se me empezaron a agolpar las lágrimas, el nudo en la garganta, la intranquilidad y un amor intenso.
Suena muy paradójico que en ese momento todo lo que sintiera fuera miedo y amor. Pero no debería soprenderme tanto que ambas cosas vayan a la par. Contigo ha sido así desde el principio. Y cada día que pasa crecen ambos sentimientos.
Además se me llenaron los ojos de lágrimas pensando en que por esa manera tuya de ser no te digo cuanto te quiero a diario. Con esas palabras exactas, no con palabras creadas por ti, post-its, mimos visuales o cualquier otro invento que voy creando para sobrevivir. Y que si algún día te marchas de mi lado no te lo habré podido decir todas y cada una de las veces que lo he necesitado. Porque quizá una de las cosas que más nos diferencian es que yo necesito gritar todo lo que me llena el corazón y tú necesitas silencio/calma ahí.
Mi miedo en este caso es muy racional. Quiero todo contigo asterisco. Mi miedo es a no poder tenerlo todo. A que te vayas, a que me dejes con el amor a medias.
Creo que tu miedo es muy parecido al mío. Y es algo que creo que no sabemos transmitirnos bien el uno al otro. Porque cuando me quitas toda mi seguridad acerca de nosotros, cuando me despojas de la firme creencia de que sientes tanto como yo, cuando me dejas así de pequeñita... mi corazón y mi mente sienten miedo. De volver al dolor, a los porqués, a sentirme traicionada...
Necesito mirarte una vez a los ojos y decirte todas y cada una de las cosas que te escribo. De decirte que te quiero. Sin titubear. Tan sólo esas dos palabras. Sé que ese es el remedio a todos mis males. Te lo expliqué o intenté explicar en Oviedo, ser así, comedida y prudente contigo me está matando lentamente. Que tiene la parte increíblemente buena de que estoy aprendiendo a contenerme y no gritar mi amor. Pero al mismo tiempo está matando una parte de mi que es imprescindible y fundamental en mi vida. Que me define, que me hace ser quien soy. Es la parte que más miedo tengo de mostrarte, porque esto es lo que soy.
Escribo. Grito. Proclamo. Digo. Susurro. Demuestro.
Mi Amor. Mis sentimientos. Lo que me hace feliz. A quien me llena.
Sí, me dolía en el corazón, me hacía estar con un nudo que ocupaba todo mi interior, llenándolo de una sensación absurda acerca de cómo me podría sentir si te pasaba algo malo. Se me empezaron a agolpar las lágrimas, el nudo en la garganta, la intranquilidad y un amor intenso.
Suena muy paradójico que en ese momento todo lo que sintiera fuera miedo y amor. Pero no debería soprenderme tanto que ambas cosas vayan a la par. Contigo ha sido así desde el principio. Y cada día que pasa crecen ambos sentimientos.
Además se me llenaron los ojos de lágrimas pensando en que por esa manera tuya de ser no te digo cuanto te quiero a diario. Con esas palabras exactas, no con palabras creadas por ti, post-its, mimos visuales o cualquier otro invento que voy creando para sobrevivir. Y que si algún día te marchas de mi lado no te lo habré podido decir todas y cada una de las veces que lo he necesitado. Porque quizá una de las cosas que más nos diferencian es que yo necesito gritar todo lo que me llena el corazón y tú necesitas silencio/calma ahí.
Mi miedo en este caso es muy racional. Quiero todo contigo asterisco. Mi miedo es a no poder tenerlo todo. A que te vayas, a que me dejes con el amor a medias.
Creo que tu miedo es muy parecido al mío. Y es algo que creo que no sabemos transmitirnos bien el uno al otro. Porque cuando me quitas toda mi seguridad acerca de nosotros, cuando me despojas de la firme creencia de que sientes tanto como yo, cuando me dejas así de pequeñita... mi corazón y mi mente sienten miedo. De volver al dolor, a los porqués, a sentirme traicionada...
Necesito mirarte una vez a los ojos y decirte todas y cada una de las cosas que te escribo. De decirte que te quiero. Sin titubear. Tan sólo esas dos palabras. Sé que ese es el remedio a todos mis males. Te lo expliqué o intenté explicar en Oviedo, ser así, comedida y prudente contigo me está matando lentamente. Que tiene la parte increíblemente buena de que estoy aprendiendo a contenerme y no gritar mi amor. Pero al mismo tiempo está matando una parte de mi que es imprescindible y fundamental en mi vida. Que me define, que me hace ser quien soy. Es la parte que más miedo tengo de mostrarte, porque esto es lo que soy.
Escribo. Grito. Proclamo. Digo. Susurro. Demuestro.
Mi Amor. Mis sentimientos. Lo que me hace feliz. A quien me llena.
viernes, 4 de octubre de 2013
Te Necesito
Te necesito.
Necesito oir tu voz.
Necesito de tu sabor, de tus besos.
Necesito de tu olor, de tus caricias y tus abrazos.
Necesito de tu diálogo, ser oposición.
Necesito que hagas el idiota, el pavo, el bobito, el ñoño.
Necesito de tus ojos, de esa mirada que me cautiva, me desnuda y frente a la que no escondo nada y ofrezco mi todo.
Necesito de nuestros paseos, de la paz y la tranquilidad que me dan.
Necesito de tu amor, que me calma y me altera.
Necesito ir a buscarte, saber que me esperas.
Necesito calentar silla en tu bar, sentir que es mi casa y solo tu sabes ese secreto.
Necesito tu compañia, ser mi compañero, mi compinche, la parte contratante.
Necesito que hablemos, seguir conociendo cada recoveco de tu alma.
Necesito cuidarte, porque aunque mi manera sea maternal y cursi siento que te llega.
Necesito el sexo, tu pasión y deseo avivan los míos.
Necesito sentarme y observar cómo me cuidas.
Necesito dormir a tu lado, lo hago de una manera profunda y sin miedos.
Necesito que seas lo primero y lo ultimo de mi dia, eso me da fuerzas, me impulsa, me alegra.
Necesito de tu escucha incondicional, poder relajarme al saber que existes.
Necesito de tus quejas, ya son parte de mi, oír cómo confias en mi.
Necesito de ti. Porque me haces estar viva. Me haces sentir que vivir la vida así SI merece la pena.
jueves, 3 de octubre de 2013
19 días en Oviedo
Mágicos
Maravillosos
Perfectos
Idílicos
Irrepetibles
Un placer
...
Maravillosos
Perfectos
Idílicos
Irrepetibles
Un placer
...
Saber que no te has equivocado, y saber que no es
prepotente. Que es una realidad, una certeza, una verdad. Y la satisfacción es
inconmensurable.
Tomar las decisiones guiada por el corazón, por los sentidos
y por las intuiciones. Nunca puede ser un fallo. Las corazonadas siempre han sido un gran acierto. Aunque haya sufrido
aunque sea más feliz que nunca. Mis sentimientos son los que definen y marcan
mi vida. Y que aparezcan como respuesta a mis acciones me alegran y mucho.
Contigo Raúl no me he equivocado. Estos días me lo han demostrado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)