sábado, 12 de octubre de 2013

Placeres


Llegar a ese punto de tu vida dónde paladeas cada instante que experimentas es fantástico.
Exprimes cada momento. Recoges todas las sensaciones que experimentas y las atesoras cómo un niño, con absoluta felicidad. Disfrutas del momento que vives en cada instante.

Y tienes placeres. Has aprendido a identificarlos.

El primer requisito para ser un placer es reportarme tiempo de calidad. Despertarme esa sensación tan sumamente ideal que para mi vida y saboreo el instante, viviendo el momento como lo que es, único e irremplazable.

El segundo y último requisito para ser un placer es despertarme un ansia de más. No tener suficiente tiempo para deleitarme con ese tiempo de calidad. Saber que el tiempo del que dispongo es poco, una ínfima parte del que me gustaría disfrutar.

Leer.
Pasear.
Escribir.
La cocina.
Reír con mi gente.
Tener mi momento de soledad diario.
Abrazar a mi sobrino.
Mirar el mar.
Soñar despierta.
Dormir.
Tú.

Eres un placer. No es la primera vez que te lo digo.