Hoy es siempre todavía. A. Machado
Hoy es siempre todavía. Toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. Porque ayer no lo hicimos, porque mañana es tarde. Ahora.
Ahora. Ismael Serrano.
Es una reflexión preciosa. Muy acorde a cómo siento ahora la vida. AHORA es lo que importa, el momento que vives, las experiencias que te hacen ser y sentir, la gente que te acompaña, lo que piensas y opinas... IMPORTA este instante y no los pasados ni los que vendrán.
Ahora es lo que importa. HOY
Ahora, que recuerdo ese momento en el que te conocí. Me ha llevado al ahora.
Ahora, que recuerdo que fuiste complicado de conseguir. Ahora, que te tengo a ti.
Ahora, que agosto queda a un paso. Septiembre nos espera para ti y para mí.
Ahora, que cada vez que te veo me sabe a poco. No me gustan las despedidas. Ni llorar tras vivir.
Ahora, que pongo en marcha el sentir. Paro el sufrir. Activo el vivir.
Ahora, que no estás junto a mi.
Hoy quiero oír el latir de tu corazón.
Hoy quiero sentir el peso de tu brazo, el calor de tu respiración.
Hoy quiero un beso de buenas noches.
Hoy te quiero a ti.
Sé lo que sentí ayer. Mañana no será tarde. Porque hoy aún es eterno.
Hoy es siempre todavía.
Hoy te quiero a ti.
Ya no tengo miedo, a que te vayas de mi lado porque sepas que corro el peligro de enamorarme de ti. A que te asustes y huyas. A que no me correspondas.
Ya no.
Ahora tengo miedo al amor. A asustarme y huir. A no corresponderte como mereces.
Ahora tengo miedo al dolor. A la ausencia. A la distancia. A la ciudad de la nube.
Es un amor que no esperaba. Maduro, alentador, calmado, contenido.
Ahora sé que yo aderezo el amor con mi esencia, lo transformo en alegre, ilusionado, loco, imprevisible, cuidadoso, bondadoso, mimoso, soleado, honesto,intrigante, sexy, paciente.
Es un amor que no esperaba. No te esperaba a ti asterisco. No entrabas en mis planes de vida. AHORA estás en ellos. Hoy. Mañana no ha llegado, y cuando llegue será hoy, y siempre estás en el hoy.
Hoy te quiero a ti.
[Sé que me lees, no sé la frecuencia, ni la intensidad, ni tampoco sé porqué me quedé con cara de boba y asentí cuando verbalizaste que me habías leído... Y te imploro desde mi escondite que me lo vuelvas a repetir, que me digas hasta el infinito que quieres mis libretas, que me escuches leer mientras estás recostado sobre mi, mientras caminamos bajo la luna. Quiero que sigas haciéndome sentir que he encontrado a mi muso, que eres mi fuente de inspiración, mis ganas de escribir. Porque tan sólo te permito acceder a este rincón, tengo infinitos más... Tienes tu libreta, tu carpeta, tu espacio en mí.]