domingo, 14 de abril de 2013

Principios Felices

NADA nos garantiza un final feliz. Ni una promesa, ni un presentimiento, ni un sentimiento, ni la predisposición, ni...

Por ello insisto en invertir los deseos de un "comieron perdices y vivieron felices para siempre". El final, de por sí, no puede ser feliz. Es una paradoja y tan sólo en casos extremos el fin de una situación calma el alma y por consiguiente permite felicidad.

Debemos pretender tener un principio feliz. Y extenderlo al máximo. No creo que obcecarse con un final feliz tenga nada de feliz; y mucho menos de sano y positivo.

Para ser feliz tan sólo hay que tomar una cosa: Decisiones

Elimina tus miedos a perder o fracasar y sigue concentrado en tu propia vida. La voluntad y la decisión permiten tomar las mejores decisiones; la paciencia permite emplear el tiempo a nuestro favor, las cosas van a suceder cuando sea el momento adecuado. Agregar una buena dosis de amor por nosotros mismos a nuestra esencia. Pulirnos para ser cada vez mejor persona siendo siempre fiel a nuestra esencia más profunda.

Si me cuido a mi misma, si me tomo tiempo para mi, si cultivo mis deseos e ideas... Potenciando mi yo podré ser mejor. Y si soy mejor podré tener mejores comienzos.


A ti: Debes ser feliz dónde quieras y desees, no dónde quiera yo.