Siempre tengo mucho que decir y eso suele resultar agotador. Además me resulta imposible no hablar y estar callada, ser paciente y esperar.
Hemos coincidido, hemos conectado, yo no tengo miedo ni tampoco dudas. Soy valiente y no me pongo frenos.
No eres un capricho. Y no soy como otras.
Desde que volviste a mi vida me he preguntado cada día si darte (darnos) una oportunidad. Has hecho por estar en mi vida y haces cada día por formar parte de mi día a día. Y eso me ha sorprendido. Fuiste un mensaje inesperado. Que me ha alegrado la vida.
Veo tu evolución y tu cambio. Escucho todo lo que me dices. Creo en ti.
Hacía mucho tiempo que no quería contarle a nadie mi día, darle las buenas noches y dormir con él. Yo te daré paz y tranquilidad. Tu me haces sentir segura.
Me haces sentir deseada, lista, buena persona, que merezco ser conocida.
Y como bien te dije… lo bueno, fácil y divertido que me pone la vida por delante no lo dejo escapar.
Porque sé que eres bueno, siempre lo he sabido. Ahora sé que es fácil entre nosotros. Y tu presencia en mi vida la hace intensa y divertida.
No sé que siento por ti Borja, me gustas mucho se acerca a la realidad. Sólo sé que quiero verte en persona más, además de estar ahí para el otro cómo hasta ahora.
Quiero que me elijas porque soy buena para ti, porque te encanto y porque me disfrutas.
Porque esas son las razones por las que yo te elijo.
Aceptaré cualquier respuesta.
Si tu respuesta es si. No sé que va a pasar. Esa es la magia de la vida.
Si tu respuesta es no. No voy a preguntar las razones. No voy a molestar, agobiar o insistir. No quiero excusas baratas que enmarcar. Me iré diciéndote que te seguiré sonriendo cuando te vea. Y me despediré con un hasta que el destino tenga ganas de juntarnos, mientras cuídate y se feliz.